Alberto Aguirre*: “En 1947 yo era el secretario tesorero de La Casa de la Cultura de
Medellín y el presidente era Manuel Mejía Vallejo. Pretendimos hacer una buena
labor Cultural, pero las circunstancias fueron siempre adversas con todo lo que
sonara cultura no oficial. Por esa época hubo la persecución contra los murales
de Pedro Nel Gómez y contra las pinturas de Carlos Correa, de Débora Arango, y lo que escribía Fernando González. Es bueno aclarar que en las bibliotecas que
creamos no había obras agresivas ni que fueran contra la moral, no la religión,
ni nada; sin embargo, la prensa conservadora y la Iglesia estaban en contra de
esa iniciativa cultural e hicieron todo por acabarla”. 1
“Para mí esa actividad cultural fue una cosa
importante porque yo era abogado muy encerrado en la profesión, yo tenía una
inquietud muy oscura, muy desorientada, entonces con lo de La Casa de la
Cultura tuve mucho acceso a la gente y de impulso a las nuevas generaciones,
también de lectura permanente. Esa experiencia fue como una apertura y un salir
un poco al mundo y remover el espacio cultural cerrado de Medellín, a la vez
que uno se ilustraba”. *Alberto Aguirre, Abogado,
librero, editor, periodista, columnista, fotógrafo, crítico de cine, fue
el editor de la 1ra. edición de “El coronel no tiene quien le escriba”, de
Gabriel García Márquez, e hizo la 1ra. edición de la obra completa de León
de Greiff. Fue el impulsor de la exposición de Carlos
Correa en la Casa de la Cultura de Medellín, exposición que creó una gran
polémica por las temáticas y tratamiento de la imagen. Aguirre defendió a
varios artistas que fueron atacados por sus posturas por la sociedad de
Medellín, de una intolerancia religiosa y cultural muy grande
1 Augusto Escobar Mesa,
Espíritu crítico de una sociedad excluida y excluyente. Con-textos: revista de
semiótica literaria. No 30. Medellín, enero – junio de 2003. Pp 87 – 105.
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Carlos
Correa ganó en 1942 el Salón Nacional de Artistas. Anarquista primero y
místico después. Su oleo Anunciación representaba a una
mujer morena, desnuda, preñada, echada y atravesada por los rayos de luz que
se filtraban por los vitrales de una iglesia. Sin embargo, de manera
arbitraria, el fallo del jurado calificador fue anulado por el gobierno. Este
paisa, con Acuña y Rómulo Rozo, empelotaron, retrataron y humanizaron a la
diosa del amor, la chicha y los placeres en la Mitología Muisca: Chía o
Bachué. Por Fernando Guinard
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Carlos Correa 1912-1985 colombiano. Trabajo óleos y acuarelas pintando paisajes fantásticos y personajes rodeados de misticismo en ambientes extraños. Un artista con una obra de choque, comprometida y peculiar. |
@@@ sincronia Controversia ideológica y artística en los años 30 entre César Uribe Piedrahita, Alonso Restrepo y Laureano Gómez |
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En esa ocasión el pintor Carlos Correa escribió un artículo para el periódico El Tiempo en 1963. En él cuestionaba la calidad del salón y señalaba que el fracaso de éste se debía a la ausencia de los auténticos valores nacionales. Entre los que mencionaba estaban Pedro Nel Gómez, Eladio Vélez, Rafael Sáenz, León Posada, Débora Arango, Gonzalo Ariza, Ricardo Gómez Campuzano, Luis Alberto Acuña, Horacio Longas, Arenas Betancur, Carlos Martínez, entre otros.
En la nota crítica de Correa se
hacía evidente una nostalgia por el abandono de la pintura representativa
tradicional y un rechazo a la evolución inevitable del arte. Así fue como en
nuestro medio se generaron escenarios ciegos que impidieron ver cómo a través
de una tradición consolidada, era posible depositar las fórmulas de un arte
moderno.
El 'error' de Carlos Correa fue
creer en la exclusiva validez de la figuración. Un indiscutible artista como
él de gran capacidad creativa, dominio de técnicas, medios y lenguajes.
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En el discurso que pronunció el científico y humanista César Uribe Piedrahita en la inauguración de la exposición de pintura de Carlos Correa, realizada en Bogotá en la Sociedad Colombiana de Ingenieros en 1938. Uribe definió la de Correa como una “pintura de la realidad, pintura de la tierra y del hombre, pintura del deseo, del amor y de la muerte”. Consideró que en ella era notoria la influencia de su maestro, el pintor Pedro Nel Gómez, así como el esfuerzo por continuar la escuela que este fundó. Señaló que Correa pertenece a un puñado de creadores —en el que no incluyó a Débora Arango— que “rompen los ídolos viejos y carcomidos” y “lanzan al mundo la pintura real”. Destacó, en especial, los personajes femeninos del pintor que desdeña la clásica Afrodita y crea “La Venus de Ayurá", la hembra dura y metálica parida en la mina o en la playa”. En su opinión, se trata de mujeres salvadoras de hombres que crean máquinas y armas destructoras: “resurge la mujer y entrega su pecho y su vientre a la vida que renace”.
El médico César Uribe Piedrahita 1897-1952 fue también escritor y artista, campos en los que se destacó con
sus novelas Toá 1934 y Mancha de aceite 1935, amén de ser grabador y
acuarelista. El documento, de su autoría, fue uno de los pocos comentarios
positivos que se publicaron sobre la obra del pintor Carlos Correa 1912-85 a lo largo de su vida, y el único que procuró divulgar la obra exhibida en
Bogotá. En él se ofrece una atinada interpretación literaria de las pinturas
del artista, presentadas por primera vez en la capital colombiana el mismo
año en que se trasladó allí, y cuatro años antes del escándalo que suscitaría
su cuadro Anunciación 1941. Este lienzo presenta a una mujer desnuda de piel
oscura y embarazada, lo que despertó alboroto social y el furibundo rechazo
de la curia episcopal de Bogotá. Correa, trabajador incansable, de
personalidad contradictoria e inquieta y militante político, ejerció una
drástica autocrítica con su obra, conduciéndolo con frecuencia a destruirla.
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Carlos Correa, Medellín 7.1.1912 - 23.8.1985. Pintor, grabador, ceramista, ESCRITOR, que en la década de 1940 promovió agudas polémicas por su obra de corte social. Ejerció la docencia en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá 1944, Medellín y Cali. Participó a lo largo de su carrera en exposiciones nacionales e internacionales. Representó al país en la Bienal de Madrid 1951 y La Plástica colombiana del siglo XX en La Habana 1977.
La exposición Museo Nacional
2008 cuenta con 26 grabados de 2 series, cada una con 13 obras. La
primera, Las Trece Pesadillas elaborada entre 1952 y 1954; y
la segunda, El Mundo es Libre, entre 1958 y 1960. En ambas series
se destaca la agudeza de la crítica social y política del artista. Sus
juicios a la institucionalidad se aprecian de inmediato; el escudo nacional,
la política, la iglesia, la realidad mundial y nacional, son ironizados y
trasladados a situaciones inauditas, pero dotadas de un trasfondo
reconocible.
Las obras fueron ejecutadas al
aguafuerte y corresponden a un proceso experimental en el que empleó
distintos barnices, concentraciones de ácidos y herramientas para rayar las
láminas, tales como clavos y cortapapeles, y con un único implemento, el
buril. Estas obras hacen parte de una carpeta de grabados, realizada por
iniciativa del Museo de Zea en 2005. Consta de 29 impresiones hechas a
partir de las láminas en metal, grabadas por el maestro entre 1952 y 1980, y
las cuales constituyen la totalidad de las realizadas en las técnicas de
aguafuerte, punta seca y buril.
Carlos Correa figuró en la década
de los años 40 como uno de los artistas más prometedores de la vanguardia del
Arte Moderno en Colombia. Su obra fue realmente controvertida y sirvió de
punta de lanza para derrotar la resistencia que muchos espíritus
conservadores venían oponiendo a las nuevas corrientes del arte moderno.
Desafortunadamente por falta de estímulo el maestro no pudo realizar estudios
en el exterior en donde habría podido conocer más a fondo las obras de los
grandes pintores de nuestro siglo.
El tiraje está compuesto de seis
copias por plancha, destinadas a las colecciones del museo de la Universidad
de Antioquia, propietario de las láminas, el Museo de Zea, el Museo
Nacional, la Colección del Banco de la República, la Universidad EAFIT y la
familia del artista.
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Nace en 1912. Fallece en 1985. Sus primeros estudios en arte los hizo en el Instituto de Bellas Artes de Medellín, cuando empezó a estudiar solfeo. En la misma institución se inició en el estudio de la pintura con maestros como Pedro Nel Gómez.
Realizó muestras de su trabajo,
entre otros sitios, en la Biblioteca Nacional de Bogotá, el Museo de Zea, el Museo La Tertulia en Cali, El Museo Nacional de Quito y Casa de
las Américas en La Habana.
Durante su vida ganó varios
premios de pintura, como el Premio de Pintura Tejicóndor y el
segundo premio del VIII Salón Anual de Artistas de Colombia. Fue, también,
director de la Escuela Departamental de pintura, además de docente en varias
ciudades de Colombia.
1941. En las paredes del Salón Nacional de Artistas colgaba la
Anunciación, una obra del pintor Carlos Correa que muestra a una
mujer desnuda, COBRIZA, acostada, embarazada y plácida, al frente de una
representación de la escena religiosa en la que el arcángel Gabriel le
anunció a María que sería la madre de Dios. La obra fue tachada de inmoral y
pornográfica. Fue retirada del Salón.
Un año después, en la siguiente
edición del Salón Nacional de Artistas, Carlos Correa presentó la misma obra,
pero le cambió el título por Desnudo. La pintura obtuvo el Primer Premio.
Días más tarde, miembros de la
Iglesia, al percatarse de que era la misma obra, obligaron a que fuera
quitada. Luego, le enviaron un telegrama a Correa: “Mane Tecel Fares”, decía,
las mismas palabras que la mano de un ángel de Dios escribió en una fiesta
profana del rey Baltasar, quien fue asesinado al día siguiente.
Y esas tres palabras, que podrían
resumirse en la expresión “Tus días están contados”, le dan nombre a la
exposición que el Instituto de Cultura y Patrimonio hace de la
obra de Carlos Correa, en la que es exhibida la “Anunciación”.
“La personalidad de Correa está
entre lo religioso y lo análitico, él decía que tenía una tendencia
social. Exponía en sus pinturas a personajes del Gobierno convertidos en
animales, en sus dibujos puede identificarse fácilmente al presidente de la
época, o a un marrano de gran tamaño sostenido por algunos jerarcas de la
Iglesia, hacía alegorías donde los ridiculizaba, fue muy crítico con el
sistema político de Colombia”, dice Gustavo Carvajal, coordinador de Artes
Visuales del Instituto de Cultura.
La exposición, que reúne acuarelas
y óleos, muestra cómo el artista abordó las temáticas de lo religioso, la
figura de la mujer y los paisajes.
Además, como señala Carvajal, “una
parte muy interesante de esta exposición es conocer los procesos que el
artista tenía para realizar su obra, que son mostrados a través de sus
bocetos”.
La exposición estará abierta hasta
abril.
"Anunciación", de Carlos
Correa. La obra fue adquirida por la Gobernación a la familia de
Correa, quienes decidieron donar algunos de los trabajos del pintor.
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Nació en 1912 y fallece en 1985, fue pintor, grabador, Escritor y polemista. Comenzó desde muy joven a estudiar canto y solfeo en el Instituto de Bellas Artes. Disciplinas que abandonó luego de interesarse por el dibujo y la pintura, materias que siguió bajo la enseñanza de los maestros Georges Brasseur, Pedro Nel Gómez y Kurt Lahs. En 1929 abandonó sus estudios para dedicarse a trabajar en el taller de fotografía del maestro Rafael Mesa. Regresa al Instituto bajo la dirección del maestro Pedro Nel Gómez quien marcó profundamente.
Se afilió por convicción al
movimiento de vanguardia. Estudió los movimientos sociales y las culturas
americanas, especialmente la de San Agustín en el Huila.
Fue catalogado como artista
combativo, polémico y muy controvertido. También es considerado un pintor
reflexivo y dialéctico por el interés que manifestó en las culturas del sur y
de penetrar en las raíces del arte precolombino.
Uno de sus logros fue la
identificación que consiguió con el medio al interpretar sus luchas y
necesidades.
Realizó en las ciudades de
Medellín y Bogotá sus primeras exposiciones individuales entre 1937 y 1940
que fueron clasificadas como “fracasos”. En 1942, su oleo “Anunciación”
fue merecedor del primer premio del III Salón de Artistas Colombianos. En
1944 forma parte del grupo conocido como “los Independientes” Quienes se
caracterizaron por su irreverencia y apertura conceptual. Desde 1945 se
radicó en ciudad de Cali, donde fue director de la Escuela Departamental de
Pintura en 1949. También participó en la Bienal de Madrid de 1951; en el II Salón Nacional de Tejicóndor, donde obtuvo el Primer
premio de pintura con el oleo "Bachué"; en El siglo XX y la pintura en Colombia en 1963; y la
plástica Colombiana del siglo XX, en la Habana, Cuba, en el año de
1977.
Fue docente en Bogotá, Cali, Medellín. Algunas de las obras de Carlos Correa que se consideran más valiosas
por su carácter naturalista e interpretativo son: “La Marcha del Hambre”,
“Entierro de Obreros”, “Reparto de Sobras”, “Naturaleza en reposo”. También
sus grabados y aguafuertes cuyos temas diversos recogen vivencias de mundos
folclóricos, ensoñadores o sicológicos que representan una parte muy
importante de su obra.
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